Hostelería de España se ha reunido con la Junta Directiva de la Federación de Hostelería de Andalucía en Jerez, como parte de la ronda de reuniones que el presidente de Hostelería de España, Jose Almeida, está realizando por las asociaciones de todo el territorio nacional, para conocer de primera mano la situación del sector en las diferentes provincias.
La reunión, que ha contado con representantes de las asociaciones de Almería, Cádiz, Córdoba, Granda, Huelva, Jaén, Málaga y Sevilla , ha partido del análisis de del sector en la comunidad con más de 57.000 establecimientos, que dan empleo a más de 300.000 trabajadores con una facturación que supone el 7,4% del PIB regional. Andalucía también es una de las comunidades que lidera la oferta turística con más de 13,6 millones de turistas extranjeros y casi 29 millones visitantes de origen nacional.
Para José Almeida, presidente de Hostelería de España: “ la federación andaluza es un ejemplo de cooperación entre territorios y su hostelería es un motor de la economía nacional. Desde la Federación se está trabajando en aspectos clave para el futuro del sector, como son la sostenibilidad, la digitalización, la innovación y la cualificación y profesionalización”
Para Javier Frutos, presidente de la Federación de Hostelería de Andalucía: “ la cooperación y el trabajo conjunto existente con Hostelería de España es básico para el sector regional, que afronta retos clave a corto y medio plazo relacionados con aspectos normativos, legislativos, formativos y económicos que debemos afrontar con unión y con la reivindicación de la fuerza del asociacionismo”.
Durante el encuentro se ha analizado la situación de la hostelería, que, pese a la rápida recuperación como sector tras la pandemia, los negocios, de manera individual, sufren una pérdida de rentabilidad debido al aumento de los costes productivos y el ajuste en la demanda de los consumidores. Esto, sumado a las nuevas legislaciones y fiscalidad en el horizonte, pueden suponen una pérdida de competitividad de las empresas y de nuestro país como destino turístico.
En este sentido, se ha analizado el impacto de la reducción de la jornada laboral en un sector que en un 95% está compuesto por empresas de menos de 10 trabajadores, complicando la adaptación de las plantillas a esa nueva jornada, lo que podría suponer una modificación en los horarios de apertura de la hostelería, además de ser una intromisión sin precedentes en la negociación colectiva, un modelo que lleva funcionando décadas y garantiza el orden social.
En cuanto a la incapacidad temporal (IT) se ha profundizado en el de colapso sanitario que debería resolverse de manera prioritaria por parte de las administraciones, ya que muchas veces prolonga situaciones de incertidumbre para el propio trabajador. Este aspecto está ocasionando graves problemas en el tejido productivo en todos los niveles, ya que además de incrementar los costes de las empresas, genera una situación de malestar en el ambiente laboral entre los compañeros. Esto es especialmente grave en las pymes y micro pymes, donde cubrir esas bajas es muy complicado y repercute en el buen funcionamiento de los negocios.
En materia de sostenibilidad se ha analizado aspectos clave en la distribución urbana de mercancías o la adaptación a la normativa SDDR.
Finalmente se ha abordado la importancia social de la hostelería y la contribución de bares, restaurantes, cafeterías y locales de ocio nocturno en la conformación de las ciudades y su contribución a mantener las calles vivas , con modelos de terrazas que contribuyan a mejorar el paisaje urbano y la convivencia vecinal.