El restaurante Amaren ha resultado ganador de la cuarta edición del Campeonato de Sala de Euskadi, que han organizado SEA Hostelería-Ostalaritza, la Asociación de Hostelería de Bizkaia y la Asociación de Empresarios de Hostelería de Gipuzkoa, con el patrocinio del Departamento de Turismo, Comercio y Consumo del Gobierno Vasco.
Este campeonato, que se celebra por cuarto año ya consecutivo, tiene como objetivo promover y premiar la calidad y la profesionalidad de los establecimientos del sector, poniendo en valor la importancia del servicio de sala como elemento indispensable en el éxito de nuestra gastronomía.
FASES DEL CAMPEONATO
El campeonato se ha desarrollado en tres fases:
- La primera fase consistía en realizar un test teórico online sobre el conocimiento del servicio.
- En la segunda fase, el jurado visitó los establecimientos en formato “cliente misterioso” para analizar y valorar in situ el servicio de sala (desde la realización de la reserva hasta la despedida, pasando obviamente por la atención al cliente, la toma de la comanda y la técnica del servicio).
- Por último, con las valoraciones de estas pruebas, se han seleccionado los establecimientos que han participado en la final, con 5 pruebas frente al jurado.
La final, que se ha celebrado en la Escuela Superior de Hostelería Bilbao, ha reunido a un total de 8 finalistas, en representación de los tres territorios históricos. Estos establecimientos han demostrado sus habilidades y conocimientos en cinco pruebas prácticas que han medido la excelencia del servicio:
- Montaje de mesa: los participantes debían encontrar errores en un montaje de mesa para un menú concertado.
- Preparación y degustación de dos tipos de café.
- Cóctel preparado: la prueba consistía en elaborar el cóctel Pisco Sour.
- Exposición, desespinado y racionado de un pescado: se debía racionar y desespinar un lenguado y emplatarlo. Controlando tanto el tiempo del servicio como la temperatura inicial y final del pescado.
- Steak-tartar: elaborar delante del cliente un steak-tartar de solomillo de vaca frisona y presentar tres raciones, en un tiempo máximo de 15 minutos y con el aprovechamiento máximo de la materia prima para evitar el despilfarro alimentario, como corresponde a los principios de sostenibilidad y consumo responsable.
Los establecimientos que han llegado a la final del IV Campeonato de Sala de Euskadi han sido:
Restaurante Andere (Vitoria-Gasteiz), restaurante Ikea (Vitoria-Gasteiz), asador La Sidre (Vitoria-Gasteiz), restaurante Abakando (Donostia – San Sebastián), restaurante Casa Cámara (Pasaia. Gipuzkoa), restaurante Amaren (Bilbao), restaurante Aitaren (Bilbao), restaurante Islares (Bilbao).
VEREDICTO Y ENTREGA DE PREMIOS
Durante la realización de las pruebas el jurado ha valorado tanto la técnica, como la presentación y comunicación, así como la agilidad y finura al realizar el servicio. Igualmente, en las pruebas consistentes en elaboración ante el cliente, se ha valorado también la degustación del producto preparado. La suma de todas estas puntuaciones, con el punto de partida de las notas obtenidas en la prueba teórica y la visita misteriosa, han designado al equipo de sala ganador.
Al finalizar las pruebas el jurado ha valorado positivamente el trabajo de todos los participantes, destacando la dificultad de elegir uno sólo como “el mejor servicio de sala de Euskadi”, entre establecimientos con un nivel de servicio excelente; finalmente ha nombrado campeones del IV Campeonato de Sala de Euskadi a Yoana Barbero y David Stiven Jiménez, jefes de sala del restaurante Amaren, ubicado en Bilbao, y que han sido premiados con 2.000€. Y ha otorgado el premio accésit al restaurante Aitaren, de Bilbao, representado por Ade Dominguez y Marisé Sanchez, con un premio de 1.000 €.
Ambos premios han sido entregados por la Clara Navas, directora de Turismo y Hostelería del Gobierno Vasco, quien ha agradecido a las asociaciones de Hostelería que impulsen este tipo de actividades y de eventos, y ha destacado que un buen servicio de sala (una acogida amable, una buena atención y un buen desarrollo del servicio), es imprescindible para una experiencia gastronómica completa y memorable. Esta labor es importante en cualquier tipo de establecimiento de hostelería, desde el local más humilde hasta el restaurante más galardonado.

Ane Ruiz, directora ejecutiva de la Asociación de Hostelería de Gipuzkoa, ha intervenido en nombre de las tres asociaciones organizadoras —SEA Hostelería-Ostalaritza, la Asociación de Hostelería de Bizkaia y la Asociación de Empresarios de Hostelería de Gipuzkoa— y ha destacado que este campeonato es mucho más que una competición; es una forma de reconocer públicamente la labor esencial que realizan los equipos de sala en los restaurantes de Euskadi. El servicio no es algo que pueda improvisarse: requiere formación, experiencia, técnica, sensibilidad y una actitud que marca la diferencia en la experiencia del cliente.
Las personas que trabajan en sala —camareros, maîtres, sumilleres— son una parte fundamental del éxito de nuestra gastronomía, y su profesionalidad convierte cada comida en una experiencia. Desde nuestras asociaciones trabajamos todo el año para dignificar este oficio, impulsar la profesionalización y visibilizar la importancia real del servicio de sala dentro del sector.
El nivel demostrado en esta edición lo confirma: contamos con profesionales altamente cualificados, con ganas de mejorar y con una enorme pasión por lo que hacen. Por ello, ha finalizado dando las gracias a todas y todos los participantes por su dedicación, esfuerzo e ilusión.
Además de hacer entrega de los premios, se ha sorteado una cena/comida para dos personas, en el restaurante Mina (Bilbao), con una estrella Michelin, entre todos los establecimientos que han participado en el campeonato, un premio que ha ido a parar al restaurante Abakando de Gipuzkoa.
En definitiva, el campeonato, en general, y la final, en particular, se han caracterizado por la profesionalidad de las y los jefes de sala y la calidad del servicio de sala de los restaurantes participantes, cumpliendo así con el propósito de poner en valor el trabajo que los profesionales de la hostelería hacen todos los días en sus establecimientos.

