Hostelería de España celebró ayer una nueva edición de Horeca Futura , el encuentro del sector en el que participan representantes de las 52 asociaciones territoriales que conforman Hostelería de España, empresas proveedoras y organizaciones de la cadena de valor agroalimentaria. En esta nueva jornada de Horeca Futura se analizó la situación de un sector que es motor económico de nuestro país, contribuyendo con el 6,7% del PIB nacional, y que es el cuarto sector en creación de empleo, superando los dos millones de personas empleadas en algunos momentos de este año.
El secretario general de Hostelería de España, Emilio Gallego, analizó la realidad del conjunto de las más de 300.0000 empresas que conforman el sector y que, en rasgos generales, han ralentizado su ritmo de crecimiento, situándose en un crecimiento medio del 4,9% entre enero y julio, que en el caso de la restauración es del 3,7% y un 7,2% en alojamiento. En términos de rentabilidad, según datos del INE, el incremento medio es de un 0,2%, con un aumento del 1,9% en alojamiento, mientras que en restauración ya se registran datos negativos, con caída del 0,3%.
Entre los aspectos que justifican este hecho desde Hostelería de España apuntan a un estancamiento de la demanda nacional por un incremento de costes y precios, que reducen el poder adquisitivo de la población, retrayendo su consumo, al tiempo que la capacidad de compra de las familias se ve penalizada por la creciente fiscalidad o el incremento de las cotizaciones de la seguridad social.
A la disminución del gasto medio de los clientes se suman los incrementos de costes de producción, dejando a muchas empresas en situaciones muy complicadas para su viabilidad.
Para el presidente de Hostelería de España, José Luis Álvarez Almeida “este es un sector sólido, que cuenta con el fuerte arraigo que tiene en nuestra sociedad como su principal fortaleza, pero que está viviendo un momento de reconversión en el que es necesario el apoyo de las Administraciones, que deben tener en cuenta a las asociaciones sectoriales, tanto a nivel nacional, como en los diferentes territorios, a la hora de legislar, porque la viabilidad de muchas empresas se encuentra en peligro ante la inflación regulatoria que vivimos en los últimos años”
Celia Rodríguez, client development manager de NielsenIQ, abordó las tendencias, teniendo en cuenta los hábitos de consumo de las nuevas generaciones y cómo afectan a la transformación del sector. Cada generación presenta unos comportamientos concretos, como por ejemplo, para la GenX y los boomers, las visitas a los locales de restauración están asociadas a compartir momentos con la familia, mientras que para la GenZ hay otras motivaciones para ir a la hostelería, como «probar cosas nuevas».
Además, desde NielsenIQ han detectado una mayor concentración de consumo en horarios y días clave, con mayor uso en el día frente al horario nocturno.
El valor social de la restauración y el papel de las terrazas como elemento dinamizador fue analizado por Diego Vizcaíno, socio-director del área de Economía aplicada de AFI, quien destacó el aumento de gasto progresivo en restauración por parte de los turistas, tanto nacionales como internacionales, en los últimos años, llegando a representar el 26,6% del gasto turístico total.
Uno de los aspectos en los que se centró AFI es en las terrazas como elemento clave para dinamizar no sólo la actividad económica del sector, llegando a representar el 25% de la facturación de un negocio, sino también para revitalizar barrios, mantener las calles vivas y a atraer a visitantes y turistas.
Por ultimo, desde AFI analizaron la relevancia del turismo, especialmente en los municipios de la España de interior, priorizando aquellos que cuentan con hostelería. Por cada 1.000 turistas adicionales se crean 27 empleos en el conjunto del mercado laboral, con caídas del paro especialmente intensas en el medio. A la vez, los ayuntamientos de los municipios más turísticos ingresan y gastan más, y mantienen más servicios básicos: más centros educativos, farmacias y sucursales bancarias, algo crítico para la cohesión territorial.